Hola Xabi:
Este domingo, a las 22:30 aproximadamente, toca colgar tus botas, pero nacerá tu leyenda. Lo harás en el Camp Nou, pero me aventuro a afirmar que no será tan emocionante como cuando la semana pasada jugaste tu último partido en Anoeta. Aunque imagino que el club catalán estará muy centrado en la despedida de Andrés Iniesta, que se va a jugar sus últimas temporadas a algún país asiático, espero que tenga en mente que será el adiós de una leyenda del fútbol y por tanto te tenga en consideración. No por tu palmarés, pues solo tienes en tu haber la copa de campeón de Segunda División; sino por ser el escudo de un equipo.
Este domingo, a las 22:30 aproximadamente, toca colgar tus botas, pero nacerá tu leyenda. Lo harás en el Camp Nou, pero me aventuro a afirmar que no será tan emocionante como cuando la semana pasada jugaste tu último partido en Anoeta. Aunque imagino que el club catalán estará muy centrado en la despedida de Andrés Iniesta, que se va a jugar sus últimas temporadas a algún país asiático, espero que tenga en mente que será el adiós de una leyenda del fútbol y por tanto te tenga en consideración. No por tu palmarés, pues solo tienes en tu haber la copa de campeón de Segunda División; sino por ser el escudo de un equipo.
Pocos son los jugadores que se pueden considerar "One Club Man". Haber jugado toda la carrera profesional en el equipo de tus amores no parece algo difícil de imaginar, pero sí que lo es en la práctica. Empezar y terminar en ese equipo cuyos colores corren por tus venas muchas veces es algo más utópico que real. El domingo, entrarás con derecho propio en ese legendario Club al haber jugado toda tu carrera en la Real Sociedad.
¡Qué tentadoras que tuvieron que ser las ofertas escuchadas cuando la Real Sociedad descendió! Por aquel entonces, ya todo el mundo sabía de tu prometedora trayectoria, por lo que puedo imaginar al menos un par de clubes que quiso hacerse con tus servicios costase lo que costase. Y sin embargo, decidiste ser fiel a tu amado equipo. Sabes que nadie te hubiera reprochado nada si te hubieses marchado. Todos lo habríamos entendido. El hecho de que te quedases nos enamoró a todos los que, como tú, sentimos los colores de la Real Sociedad.
Sin embargo, como aficionado txuriurdin, he visto a más de un gran jugador salir por la puerta grande del equipo sin que pocos le recriminasen nada. El caso más famoso puede ser el de Xabi Alonso. Sabíamos que tarde o temprano alguien conseguiría arrebatarnos a nuestra joya, y así fue. Tras proclamarnos subcampeones de Liga y jugar la Champions League, el Liverpool de Rafa Benítez le convenció.
Años más tarde, algo parecido pasaría con el jugador al que el sábado anterior le cediste el brazalete de capitán: Asier Ilarramendi. Cuando el Real Madrid llama a la puerta, es muy difícil superar la tentación, e Ilarra no lo consiguió. Se perdió el jugar la Champions League con la Real Sociedad a cambio de un paso más que discreto como madridista. Al menos ahora lo hemos recuperado y ha podido disfrutar de una temporada en la Europa League vistiendo la elástica txuriurdin.
Y durante todo este tiempo, te has mantenido al frente del equipo donostiarra. Desde la temporada 2003/2004 hasta la actual, la 2017/2018. La afición txuriurdin te ha podido disfrutar durante quince inolvidables temporadas. Sufrimos al igual que tú el descenso tres años después de tu debut en el primer equipo. Celebramos por todo lo alto el ascenso a Primera tres temporadas después, el mismo partido en el que, en la celebración de tu gol frente al Celta, te lesionaste. Pero eso no podía contigo, e hiciste la vuelta de honor con muletas.
Por todo esto y mucho más, me despido de ti como solo tú te lo mereces: Oh capitán mi capitán.
Muchas gracias y buena suerte,
Xabier Mozo Ros
Muchas gracias y buena suerte,
Xabier Mozo Ros
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